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14/05/2019 08:44:56
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Subastas... El papel lo aguanta todo

Los agentes de la cadena están atentos a la posibilidad de que España quiera inventar la rueda con un sistema que no aplica ningún país de su entorno

El papel lo aguanta todo. Que levante la mano quien no se haya sentido en alguna ocasión alcanzado por esta expresión. Precisamente porque no hay nada más humano que soñar, utilizamos el papel para materializar utopías. Y lo hacemos, precisamente, para plasmar aquellas que se definen por el uso del condicional... Aquellas que sabemos que podrían no hacerse realidad nunca.

Y de condicional sabe mucho el Gobierno. El (ansiado) Spending Review realizado por la AIReF sobre el gasto farmacéutico no hospitalario por encargo del Consejo de Ministros incluye 19 recomendaciones al Gobierno. De ellas, el Ejecutivo escogió solo 5 para incluirlas en la Actualización del Programa de Estabilidad (APE). Está claro que a fecha de hoy no son nada más que líneas condicionales plasmadas en un papel que “podrían” implementarse en el horizonte temporal más inmediato. Sí. El uso del condicional está claro, pero ¿por qué reflejar esas cinco y no otras?

Hay quien opina que este hecho no se puede pasar por alto a la hora de valorar si la posibilidad de llevar a cabo unas ‘subastas dinámicas’ (sean o no a la andaluza, o sigan o no la estela del mercado de la luz, como fuentes socialistas han comentado a este periódico) en todo el SNS es o no un globo sonda. Todo es posible, pero algo está claro. En los siete estudios que componen la primera fase del Spending Review (al sector no le conviene perder de vista que en la segunda fase, que tiene lugar este año, se está analizando el gasto hospitalario) hay recomendaciones. El Gobierno ha tenido que evaluar esas propuestas y decidir cuáles incluye en la APE 2019-2022 y cuáles no. Y esa decisión sólo puede responder a un criterio: que las considere las más viables en términos de implementación.

La incertidumbre es tal que la AIReF ha recomendado al Gobierno que aclare qué medidas va a implementar (sin condicionales) y su horizonte de implementación. Lo mismo debe rondar por la mente de los agentes de la cadena, atentos a la posibilidad de que España quiera inventar la rueda con un sistema que no aplica ningún país de su entorno y que, en su afán por ahorrar, termine generando perjuicios adicionales a los pacientes y a un sector que siente (otra vez) que el suelo se tambalea bajo sus pies. Hay cosas que ni siquiera el papel debería aguantar.



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