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05/03/2019 08:16:26
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¿En qué se diferencian la subasta de medicamentos y la central de compras que ahora prefiere la Junta de Andalucía?

La Consejería de Salud no interrumpirá las adjudicaciones ya realizadas; la última no vence hasta noviembre de 2020

La Junta de Andalucía adquirirá los medicamentos y material sanitario que consumen sus hospitales y centros de salud conjuntamente con el Ministerio de Sanidad y otras 13 comunidades autónomas. El nuevo Gobierno del PP y Ciudadanos prevé sustituir «de forma progresiva» el controvertido método de la subasta de medicamentos, que implantó la Administración andaluza a principios de 2012, por la compra centralizada del Ministerio.

Con esta fórmula se quieren aprovechar las ventajas de la economía de escala: obtener mejores precios con pedidos mayores. Andalucía nunca se había adherido a este sistema porque prefería comprar los productos por su cuenta, desde el convencimiento de que así podía conseguir precios más económicos. Cataluña, Canarias y País Vasco también acudían solas al mercado.

El cambio de gobierno en Andalucía va a llevarse por delante una de las políticas bandera del PSOE para ahorrar costes a la Administración mediante la adquisición de medicamentos genéricos. La central de compras «es la apuesta que hace Andalucía, una apuesta totalmente contraria a la subasta de medicamentos», anunció este lunes el consejero de Salud y Familias de la Junta, Jesús Aguirre (PP). ABC analiza las diferencias entre uno y otro sistema.

¿En qué consiste la central de compras?

En 2012, cuando la crisis esquilmaba las cuentas públicas, el Gobierno de Mariano Rajoy creó una central de compras para la adquisición conjunta de fármacos y productos sanitarios entre el Ministerio de Sanidad y la mayoría de comunidades. La participación de las regiones era voluntaria. Al ser los pedidos más grandes se pueden negociar a la baja los precios con los fabricantes. Ha habido 15 licitaciones en común, incluida la vacuna de la gripe. A diferencia de las subastas, el paciente podrá elegir el genérico que desea dentro de una gama amplia de fabricantes. En el sistema actual de Andalucía las farmacias sólo dispensan el genérico (por ejemplo, paracetamol o ibuprofeno) que resulta seleccionado en la puja convocada por el SAS.

¿Cómo funciona la subasta?

La Junta no se adhirió a la compra centralizada. Tiene su propio sistema de ahorro. Licita la venta en farmacias de determinados grupos de medicamentos cubiertos por la sanidad pública. Los laboratorios compiten entre sí en una puja económica. Este sistema tiene su efecto en los pacientes. El médico de cabecera le receta un principio activo (por ejemplo, ibuprofeno) y el farmacéutico no le entrega cualquier genérico, sino el que suministra el laboratorio adjudicatario en la subasta.

¿Qué ventajas tiene la central?

Se traduce en ahorro. Se logran precios más bajos en los productos porque los pedidos son superiores a los que obtendrían las regiones si compraran los fármacos por separado. Desde 2013 hasta ahora el ahorro ronda los 237 millones de euros por compras por valor de 2.700 millones. El catálogo de la central de compras incluye 25.000 referencias y se pueden añadir más. A través de la central se pueden adquirir fármacos y víveres para los hospitales incluidas las gasas y vendas.

¿Quién licita las compras?

Con el sistema centralizado, la Junta también se ahorra todos los costes asociados a la tramitación de las subastas. Todo lo realiza la central y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se limita a hacer pedidos de los productos que les interesen. Las obligaciones legales de la compra las asume la central.

¿Convivirán los dos sistemas en el SAS?

Durante un tiempo sí. El plazo máximo lo marcará la duración del último contrato, que expirará en noviembre de 2020. La Junta no convocará nuevas subastas pero tampoco frenará las adjudicaciones vigentes. Aún no ha decidido si derogará el decreto ley que regula este método, aprobado en 2011 y avalado por el Tribunal Constitucional.

¿Por qué la Junta no acaba ya con las subastas?

Los andaluces no van a notar el cambio de forma inmediata. Fuentes de la Consejería de Salud informaron a ABC de que durante un tiempo coexistirán los dos sistemas porque existen contratos en vigor con los laboratorios farmacéuticos adjudicatarios de genéricos que pujaron en las subastas.

El Gobierno andaluz garantiza los contratos en vigor porque la resolución unilateral de los mismos acarrearía en muchos casos una penalización económica. Eso sí, no habrá convocatorias nuevas. «A medida que vayan venciendo las subastas vigentes, no vamos a convocar subastas nuevas», alegan desde Salud.

¿Por qué criticaban las subastas?

Durante su implantación en 2012, las subastas han sumado multitud de detractores entre asociaciones de pacientes, grandes laboratorios, médicos y farmacéuticos, que han arrojado dudas sobre los controles de calidad de los medicamentos, la pérdida de seguimiento en los tratamientos por el continuo cambio de productos y el desabastecimiento puntual de algunos fármacos en las boticas.

Medicamentos producidos en países lejanos e incluso exóticos se han hecho un hueco en los botiquines de los hogares andaluces, a menudo sin que sus dueños lo sepan debido a que compañías extranjeras son las principales adjudicatarias de las subastas. La gran industria farmacéutica nacional renuncia a participar en un procedimiento que les empuja a tirar sus precios. Una de las principales críticas de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos a este sistema es que las empresas ganadoras no aportan nada al PIB regional ni generan aquí trabajo.

Que sean extranjeros no significa que no pasen los controles preceptivos. El anterior Gobierno de Susana Díaz defendía que todos los medicamentos seleccionados están aprobados por la Agencia Española del Medicamento, que no da el visto bueno a ninguno que no tenga todas las garantías de calidad.



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