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Sobre esta investigación, dicho laboratorio señala que se trata de estudio abierto de un brazo de tratamiento, cuyo objetivo era investigar si pacientes que recibieron omalizumab, un tratamiento biológico que actúa frente a la inmunoglobulina (IgE) en pacientes con sensibilización alérgica, durante una media de 2,5 años y seguían padeciendo asma grave no controlada, tendrían un mejor control del asma después del cambio de tratamiento por mepolizumab.

En el estudio, realizado sobre 145 pacientes, de los que estaba documentado que padecieron, al menos, dos exacerbaciones de asma en el año previo a su inclusión en el estudio, se les cambió directamente el tratamiento a mepolizumab sin un período de lavado y se les siguió durante 32 semanas.

Para el investigador de este trabajo y neumólogo del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, el doctor Xavier Muñoz, “los resultados del estudio muestran que en pacientes eosinofílicos alérgicos en los que omalizumab no ha mostrado eficacia pueden beneficiarse de mepolizumab, permitiendo a los clínicos la sustitución de uno por otros cuando no se constate mejoría”.