GSK y Novartis cerraron en 2015 un intercambio de activos a nivel mundial, por el que la suiza adquiría el negocio oncológico de la británica y le traspasaba la actividad de vacunas (excepto la de la gripe). Este acuerdo permitió a GSK hacerse con Bexsero, la vacuna contra la meningitis B de Novartis que, inicialmente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios sólo consideró para uso hospitalario, hasta que autorizó su venta en farmacias a partir de octubre de 2015. Esta decisión multiplicó exponencialmente la comercialización de Bexsero, que se convirtió el año pasado en el tercer fármaco más demandado (sus ventas en valor subieron más de un 1.000%). GSK tiene otros dos medicamentos entre los diez más vendidos: Duodart (para la hiperplasia benigna de próstata) y Seretide (para el asma).