Noticia de Contratación

Andalucía se incorporará a una central de compras de medicamentos que promueve el Sistema Nacional de Salud (SNS) y en la que participan diferentes comunidades autónomas para lograr precios más ventajosos que los que podrían negociar por separado, según anunció ayer la Consejería de Salud. Este sistema tiene vocación de conseguir un ahorro en los costes y compensar de alguna forma el efecto que sobre el gasto va a tener la renuncia por parte del Gobierno andaluz al modelo de subasta de medicamentos que se había impuesto en Andalucía desde el año 2011.

De momento, sin embargo, ambos sistemas convivirán en el Sistema Andaluz de Salud (SAS), dado que la administración tendrá que cumplir los compromisos ya adquiridos con los laboratorios que resultaron adjudicatarios de la última subasta de medicamentos, realizada en 2018.

Entonces, se subastaron un total de 212 principios activos por un periodo de 2 años. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, se comprometió este lunes a respetar esos contratos porque, de lo contrario, habría que indemnizar a las empresas.

El modelo de subasta había suscitado muchas críticas entre el gremio de farmacéuticos y también entre profesionales médicos, que se ven muy limitados a la hora de recetar. A ese sistema se achacaba en buena medida el problema de desabastecimiento que se ha sufrido con respeto a algunos compuestos, dado que los laboratorios se convierten en proveedores en exclusividad y, por tanto, el modelo genera problemas derivados del régimen de monopolio. El SAS siempre negó esa relación causa-efecto entre la subasta y el desabastecimiento, alegando que también otras comunidades habían sufrido problemas similares.

Aunque el Tribunal Constitucional avaló la subasta de medicamentos resolviendo en favor de la Junta el recurso que en su día interpuso el Gobierno de Mariano Rajoy, un informe del Defensor del Pueblo advirtió en 2016 que el sistema rompía el principio de igualdad entre los ciudadanos de diferentes comunidades autónomas en el acceso a las prestaciones sanitarias, dado que los andaluces no podían acceder a medicamentos que sí estaban disponibles para el resto de la población.

La subasta de medicamentos ha significado un ahorro de unos 540 millones de euros en la compra de medicinas, según los datos que facilitó al Parlamento la entonces consejera de Salud, Marina Álvarez, en febrero de 2018.

Fuentes de la Consejería de Salud consideran que ese ahorro pueda ahora lograrse a través de una gestión más eficaz del gasto sanitario además de la anunciada adhesión al sistema de central de compras.

De momento, se desconoce el volumen de ahorro que ese sistema compartido de compra puede suponer en el presupuesto. La adscripción al mismo permitirá al SAS, en cualquier caso, acceder a algunos medicamentos de forma coordinada con el resto de comunidades y a otros no, en función de los precios.

Fuentes de la Consejería de Salud consideran que su decisión no sólo beneficiará al SAS sino también al resto de comunidades que participan en el modelo, pues Andalucía incorpora nada menos que 8,5 millones de usuarios lo que, atendiendo al principio de la economía de escala, tiene que redundar necesariamente en un aumento del volumen de las adjudicaciones y, como consecuencia, en un abaratamiento de las mismas.

La central de compras del Sistema Nacional de Salud se puso en marcha por primera vez en 2011 y en ella han participado Aragón, Asturias, Comunidad Valenciana o Extremadura, entre otras comunidades. Andalucía nunca quiso participar del sistema hasta la fecha.