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05/10/2018 12:28:53
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Las farmacias, congeladas ante la falta de 70 medicamentos

Denuncian que los laboratorios con contrato con la Junta no están preparados para abastecer la demanda de productos, algunos de ellos destinados a patologías graves

Omeprazol, Ginecanesten, Emobas, Lanirapid, Loed, Madidon rectal, Minitran, Mirtazapina, Nuril, Onelin en crema, Paracetamol de un gramo, Paroxetina, Pentoxifilina, Pravastatina, Rosuvastatina, Alprazolam, Atenolol, Aterina, Bactroban pomada, Benadon, Cafinitrina, Dalsy, Diazepan, Diemil, Dolalgial, Elorgan, Seguril, Sibilla, Solinitrina, Stilnox, Timolol. Todos estos medicamentos sumados a otros, hasta completar una serie de 70, son fármacos a los que es casi imposible acceder en las farmacias granadinas.

Tanto éstas como las del resto del territorio andaluz se enfrentan a un problema común: el desabastecimiento de productos tras la última subasta de la Junta de Andalucía en agosto.

C. B., titular de una farmacia de la capital, confirma este dato que aporta el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y el Centro de Información del Medicamento de Granada. "La falta de medicamentos en las farmacias granadinas lleva produciéndose desde la pasada primavera, aunque desde este verano se está acentuando considerablemente", explica C. B. "Normalmente es un dato que fluctúa", añaden desde el Consejo Andaluz, que arroja un dato que eleva la magnitud de la situación: además de estos 70 fármacos en desabastecimiento, de los 605 que están dentro de la subasta de la Junta de Andalucía, hay en torno a 100 suministros un 80% por debajo de las necesidades de las farmacias.

El desabastecimiento de algunos medicamentos es algo que suele ocurrir en las farmacias y se puede deber a una rotura de stock, que el laboratorio no haya dado abasto para cubrir todos los pedidos, pero lo que sucede desde el verano en toda Andalucía es algo, explican, que no ha tenido precedentes por sus dimensiones.

"Lo que pasa es horroso, y la razón es que se están adjudicando subastas a laboratorios que no tienen capacidad para abastecer, por lo que se está dando exclusividad a quienes no están capacitados para atender a toda Andalucía", sentencia C. B. que asegura estar sufriendo en su establecimiento cómo diariamente hay del orden de 70 medicamentos agotados en toda la comunidad autónoma. Desde el Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos señalan los cuatro laboratorios que más fallan, es decir que tienen un peor suministro: Aristo, Vir, Ranbaxi y Aurobindo.

Este desabastecimiento suele intentar arreglarse pidiendo el fármaco que se encuentra agotado a otro laboratorio, por ejemplo Normon, pero como aseguran las fuentes, este remedio también se encuentra con otro problema: un primer desabastecimiento crea otro en el laboratorio 'recurso', ya que no está preparado para acoger tal cantidad de pedidos, por lo que también ve sus suministros agotados si tiene que atender a una comunidad autónoma como Andalucía sin preaviso.

La Junta, a través de las subastas que se suceden cada dos años, y que incorporan nuevos fármacos en cada concurso, obliga a los médicos a recetar preferentemente por principio activo, y no por marca. Por ende las farmacias han de estar preparadas para ofrecer dicho producto y en el siguiente eslabón de la cadena, los laboratorios en teoría deben estar capacitados para abordar ese suministro.

"Esto quiere decir que aunque haya 28 fármacos que tengan ácido acetilsalicílico, nosotros estamos obligados a dar uno concreto", explica la farmacéutica granadina. En el caso de que haya un desabastecimiento, que los almacenes no tengan ese medicamento concreto que la Junta les obliga a dispensar, entonces la norma se rompería y las farmacias sí podrían vender otro producto aunque no se encuentre dentro de la lista de la subasta.

El problema radica en que existen medicamentos como Apocard, que las farmacias no pueden sustituir porque tienen un margen terapéutico muy estrecho y cuenta con efectos secundarios. "Aunque existan distintas marcas con el mismo principio activo, a nosotros no nos dejan hacer el cambio. En esos casos para el paciente es un latazo porque tiene que volver al médico y que éste se lo cambie, luego tendría que volver a la farmacia con la nueva receta".

Apocard por ejemplo, es un fármaco para problemas de corazón, no es una cuestión baladí, porque el paciente no puede dejar de tomarlo ni perder mucho tiempo en ese tránsito de recetas. En este caso concreto, que se extiende a muchos otros, sucede que tanto esta marca como todos los que comparten con ella principio activo están en desabastecimiento, explican.

En este punto la cuestión se agrava para el enfermo: tienen que cambiarle el medicamento que tomaba por otro diferente. "Al ser otro distinto no tiene ni el mismo principio ni la misma pauta de dosificación por lo que el usuario se enfrenta a un problema". Esta situación la conocen los profesionales de a pie de calle mejor que nadie. Esta farmacéutica con décadas de experiencia explica la peligrosidad de esta carencia dilatada. Muchos de los fármacos en desabastecimiento están destinados a frenar infartos y otras cardiopatías. C. B. cuenta que ha tenido que desplazarse hasta otra farmacia de Granada "que por casualidad aún tenía el fármaco" en su propio coche para poder atender a una mujer que "llevaba una semana dando vueltas" buscando la medicación para su marido, que está imposibilitado en una cama con un problema de corazón".

El problema para ellos es grave porque no tienen alternativas que ofrecer al cliente. En cuestión económica no supone "gran cosa", pero sí en imagen, porque la mayoría de farmacias cuenta con clientela de toda la vida.

Además de los más de 70 fármacos hay otros 100 que solo están disponibles en un 20%El número de productos dentro de la subasta es de 605, aunque fluctúa cada dos años

 



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