El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reavivado su amenaza de imponer aranceles de hasta el 200 % a las importaciones farmacéuticas. Trump declaró que se anunciará algo "muy pronto" al respecto, dando a las empresas aproximadamente un año o un año y medio para que se adecúen antes de que se apliquen estos altos aranceles. Esta medida busca fomentar una mayor fabricación nacional de medicamentos para reducir la dependencia de otros países en el suministro de medicinas. Aunque Trump había eximido las importaciones de medicamentos de aranceles en su primer mandato, ha estado prometiendo estas tarifas durante varios meses y ya se inició una investigación gubernamental sobre las importaciones farmacéuticas por motivos de seguridad nacional.

Sin embargo, expertos advierten que estos aranceles podrían empeorar la escasez de medicamentos y provocar precios más altos en Estados Unidos. Los costos adicionales para los fabricantes podrían dificultar la obtención de medicamentos genéricos, que constituyen la mayoría de los fármacos recetados en EE.UU., ya que muchos productores podrían no poder absorber el aumento. A largo plazo, los aranceles también podrían llevar a aumentos de precios en los medicamentos de marca y a primas de seguros de salud más altas. Esta amenaza arancelaria parece contradecir la promesa de Trump de reducir los precios de los medicamentos, objetivo de dos decretos emitidos previamente, que buscaban combatir prácticas extranjeras que obligan a los estadounidenses a pagar más.