Merck ha lanzado un ambicioso plan de recorte de costos con el objetivo de ahorrar 3 mil millones de dólares anualmente para finales de 2027. Estos ahorros serán "totalmente reinvertidos" para respaldar "nuevos lanzamientos de productos". La compañía ha identificado más de 20 productos en su cartera con potencial de "éxito de ventas" (blockbuster potential), que podrían generar 50 mil millones de dólares en ingresos anuales. El CEO Rob Davis enfatizó la necesidad de financiar plenamente estos lanzamientos, reasignando recursos de las áreas de menor crecimiento hacia las de rápido crecimiento. Esta iniciativa estratégica sigue de cerca la adquisición de Verona Pharmaceuticals por 10 mil millones de dólares, con su prometedor medicamento para la EPOC, Ohtuvayre, una de las mayores compras en la industria biofarmacéutica este año.

Los cambios son cruciales debido a la caída en las ventas de la vacuna Gardasil y la inminente pérdida de la protección de la patente para su exitoso medicamento contra el cáncer Keytruda, prevista para 2028 en Estados Unidos. Las ventas trimestrales de Keytruda, de 8 mil millones de dólares, constituyeron por primera vez más de la mitad de los ingresos totales de la compañía (15.8 mil millones de dólares en el período). En contraste, las ventas de Gardasil cayeron un 55% interanual a 1.1 mil millones de dólares en el segundo trimestre, con una evaporación de las ventas en China y una demanda que sigue siendo "suave". Para lograr los ahorros, Merck eliminará puestos administrativos, de ventas y de I+D, mientras también contratará para nuevos roles en áreas de crecimiento estratégico. La compañía también reducirá su presencia inmobiliaria global y optimizará su red de fabricación. Merck se une así a otras grandes farmacéuticas como Bayer, Bristol Myers Squibb y Pfizer, que también están implementando importantes programas de recorte de costos.