La industria farmacéutica está experimentando una transformación estructural hacia un modelo de innovación sostenible, especialmente en el sector de la salud respiratoria y la preparación para pandemias. Este cambio implica reordenar las prioridades para integrar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el núcleo de las operaciones, afectando desde el diseño de medicamentos y dispositivos hasta la optimización de las cadenas de suministro. Las empresas líderes están adoptando una gobernanza más dinámica, utilizando tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y el modelado predictivo para tomar decisiones estratégicas que equilibren la rentabilidad con el compromiso social a largo plazo.

Este nuevo enfoque se materializa en el desarrollo de soluciones como inhaladores inteligentes y terapias biológicas más específicas que mejoran la calidad de vida del paciente y optimizan los recursos clínicos. Además, la industria está construyendo capacidades de respuesta permanentes ante pandemias mediante alianzas público-privadas y plataformas tecnológicas adaptables. La cooperación con universidades, biotechs y organismos internacionales se ha vuelto clave, fomentando un ecosistema de innovación abierta basado en la responsabilidad y la resiliencia. El éxito ya no se mide solo por el beneficio financiero, sino por la capacidad de generar un impacto positivo y duradero en la salud global.