GSK ha anunciado un acuerdo estratégico con Boston Pharmaceuticals para adquirir efimosfermina, un prometedor fármaco en fase avanzada (listo para fase III) destinado al tratamiento de enfermedades hepáticas fibróticas. Este tratamiento, identificado como un análogo del factor de crecimiento de fibroblastos 21 (FGF21), se dirige a la esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), incluyendo su progresión a cirrosis, y contempla indicaciones futuras en enfermedad hepática relacionada con el alcohol (EHA). La transacción implica un pago inicial de 1.200 millones de dólares por parte de GSK, con la posibilidad de pagos adicionales de hasta 800 millones de dólares sujetos a la consecución de hitos clínicos y regulatorios.

La adquisición refuerza la posición de GSK en hepatología, un área considerada estratégica por la farmacéutica y que presenta una alta carga sanitaria con limitadas opciones terapéuticas. Los datos recientes del estudio de fase II de efimosfermina mostraron una reversión significativa de la fibrosis hepática en pacientes con MASH en estadio F2-F3 con una dosis mensual subcutánea, además de beneficios adicionales en el perfil lipídico y control glucémico sin comprometer la tolerabilidad. Este activo encaja estratégicamente con otro tratamiento en desarrollo de GSK y se alinea con su enfoque de I+D en mecanismos antifibróticos y medicina de precisión para abordar necesidades médicas urgentes. Dada la prevalencia de la enfermedad hepática crónica y la EHA, esta adquisición es relevante para abordar una necesidad médica significativa, con un lanzamiento potencial estimado para 2029 si se confirman los resultados clínicos.