El Gobierno de Estados Unidos (EEUU) y la Unión Europea (UE) han emitido una Declaración Conjunta que establece un nuevo régimen comercial, incluyendo un arancel del 15% sobre la mayoría de las exportaciones de la UE, afectando a sectores estratégicos como los medicamentos. Esta medida, impulsada por Donald Trump, es vista como una amenaza significativa para las cadenas globales de suministro, un riesgo para el acceso de los pacientes a la innovación y un obstáculo para la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. Organizaciones como Efpia y Farmaindustria han expresado su preocupación, destacando que estas barreras no fomentan la resiliencia ni una mejor atención al paciente y podrían desviar miles de millones de euros de la investigación biomédica.

En términos económicos, estos aranceles desincentivan las inversiones en un sector estratégico, con un coste estimado de 18.000 millones de euros para las compañías farmacéuticas europeas solo por las exportaciones a EEUU. Dado que la industria no puede repercutir estos costes en los precios finales, se espera que afecten directamente las inversiones en I+D y la capacidad de innovación, lo que podría comprometer la competitividad de Europa frente a regiones como EEUU o China. Esta propuesta rompe un compromiso de 30 años sin aranceles sobre medicamentos innovadores. Las asociaciones del sector reclaman soluciones, cambios regulatorios que promuevan la inversión y un diálogo estratégico urgente con la Comisión y los Estados miembros para asegurar el futuro de la industria farmacéutica en Europa y garantizar la seguridad sanitaria.