La compañía farmacéutica Bayer está avanzando significativamente en la lucha contra la enfermedad de Párkinson mediante una doble estrategia que combina terapia celular y terapia génica. Por un lado, la terapia celular, llamada bemdaneprocel, ha iniciado la fase III de su ensayo clínico tras mostrar resultados prometedores en la fase I, donde fue bien tolerada por los pacientes y no presentó efectos secundarios graves. Esta terapia consiste en implantar en el cerebro precursores de neuronas productoras de dopamina para restaurar las redes neuronales dañadas, logrando mejoras de más del 20% en la escala de evaluación de la enfermedad (Updrs) a los 18 meses.

Por otro lado, Bayer está desarrollando AB-1005, una terapia génica que se encuentra en fase II de su ensayo clínico. Este tratamiento utiliza un vector viral para administrar de forma continua el factor neurotrófico GDNF directamente en las áreas cerebrales afectadas, con el objetivo de promover la supervivencia de las neuronas dopaminérgicas. Los resultados más notables de la fase anterior mostraron que, tras 18 meses, los pacientes con Párkinson moderado presentaban un perfil clínico similar al de los pacientes leves al inicio del estudio, sugiriendo una regresión de la enfermedad de aproximadamente siete años. Ambas terapias, desarrolladas por filiales de Bayer que operan de forma independiente, representan una nueva esperanza para los pacientes.