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22/05/2017 12:06:56
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Terapia genética y células madre, nuevo sistema para reconstruir huesos rotos

La nueva técnica, desarrollada por un equipo del centro californiano del Cedars-Sinai, podría brindar una alternativa a los injertos óseos, una técnica que se utiliza para tratar fracturas graves.

Científicos del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles (California, Estados Unidos) han reparado con éxito graves fracturas de las extremidades en animales de laboratorio con una innovadora técnica que permite al hueso regenerar sus propios tejidos. En caso de probarse la seguridad y eficacia en seres humanos, este método pionero en la combinación de ultrasonido, células madre y terapias genéticas podría eventualmente remplazar el injerto a la hora de reparar huesos rotos.

“Estamos justo en el comienzo de una revolución en la ortopedia”, apunta Dan Gazit, codirector del Programa de Regeneración Esquelética y Terapia Celular en el Departamento de Cirugía y el Consejo de Gobernadores del Instituto de Medicina Regenerativa de Cedars-Sinai, además de investigador principal del estudio, publicado en Science Translational Medicine . "Estamos combinando un enfoque de ingeniería con el enfoque biológico para avanzar en la ingeniería regenerativa, que creemos que es el futuro de la medicina."

Al año se realizan en todo el mundo más de dos millones de injertos para tratar lesiones graves relacionadas con accidentes de tráfico, guerras o extirpaciones de un tumores. Estas lesiones pueden crear huecos entre los bordes de la fractura demasiado grandes para que el hueso se conecte por sí solo, lo que requiere implantar piezas, ya sean del paciente o de un donante.

"Desafortunadamente, los injertos óseos conllevan desventajas", explica Gazit . "Hay enormes necesidades insatisfechas en la reparación del esqueleto." Un problema es que no hay suficiente hueso son disponible para las reparaciones. Las cirugías para eliminar la pieza de hueso, normalmente de la pelvis, y el implante, puede generar un dolor prolongado y hospitalizaciones largas y prolongadas. Asimismo, los injertos de donantes pueden no integrarse o crecer adecuadamente, causando el fallo de la reparación.



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