Noticia del Sector Sanitario

En este sentido, José Javier Castrodeza, secretario general de Sanidad y Consumo, ha recalcado el valor que tuvo que en 1995 se adoptara el calendario vacunal en un acuerdo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y ha reclamado que “se tiene que dar más valor a las decisiones del Interterritorial porque, si no, el concepto de cohesión del sistema se es una quimera”.
 
El secretario general también se ha referido a la necesidad de mantener la calma ante “situaciones de desinformación” como las que han llevado “a varios padres a ir a la caza de la vacuna del meningococo B”. Sobre este tipo de situaciones y los momentos periódicos de desabastecimiento que se han vivido con esta vacuna y con la de la tosferina ha señalado que “hay que entender que fabricar una vacuna tiene una trascendencia fundamental y un tiempo no tan controlable como un medicamento y no se puede hacer de la noche a la mañana”.
 
Sobre tosferina también ha hablado Yolanda Fuentes, directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, que ha señalado que el pasado año se registró una incidencia de 8,82 por cada 100.000 habitantes y se ha referido a una situación normal de incremento de casos “que se produce cada de 3 a 5 años”. En cuanto a la decisión de retrasar la vacuna de los 6 años para abastecer a las embarazadas ha señalado que “no se trata de no dar la dosis de recuerdo sino de priorizar a los más pequeños que son los de más riesgo”.
 
Vacunados con cuernos
 
Por último, Federico Montalvo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Pontificia de Comillas y vicepresidente del Comité de Bioética de España, ha cargado contra los antivacunas. “Precisamente el éxito de las vacunas ha hecho pensar que muchas enfermedades se han acabado y no es así”, ha señalado en referencia a quienes creen que por no vacunar a una persona no pasa nada.
 
“Hay quienes argumentar que por no vacunar a un individuo no se pierde el efecto rebaño, pero si esa idea cunde y se empieza a no vacunar sí se pierde este efecto”, ha afirmado y ha criticado que se usen las vacunas como arma ideológica: “He escuchado el discurso que liga a vacunas con ideología y que dice que el capitalismo inocula ideas a través de farmaindustria para controlar las mentes”.
 
Por su parte, el profesor Del Rey Calero también ha criticado a los antivacunas con un ejemplo histórico destinado a una parte del auditorio compuesta por estudiantes de primero de Medicina. “Los caricaturistas de finales del XIX dibujaban a los vacunados con cuernos en la cabeza y que yo sepa los cuernos salen por otra cosa y no por las vacunas”, ha afirmado ante las risas de los estudiantes y de los presentes en la sala.