Grifols ha mostrado un resurgimiento financiero notable en el primer semestre de 2025, registrando un beneficio de 176,7 millones de euros, lo que representa un aumento del 387,6% en comparación con los 36,2 millones de euros del mismo período en 2024. La compañía ha logrado incrementar sus ingresos totales en un 6,8%, alcanzando los 3.676,9 millones de euros, con un fuerte impulso de su negocio de Biopharma, que facturó 3.153,7 millones de euros y creció un 7,9%. Además, el EBITDA de Grifols mejoró un 10,7% hasta los 876 millones de euros. Esta mejora de resultados, junto con la reducción de su deuda a 9.081 millones de euros (desde 9.396 millones en junio de 2024) y la disminución de su ratio de apalancamiento de 6,5 a 5,2 veces el EBITDA, ha permitido a la farmacéutica recuperar el reparto de dividendos con un pago de 0,15 euros por título, el primero desde junio de 2021.

En el ámbito estratégico y operativo, Grifols sigue concentrando más de la mitad de sus ingresos en Estados Unidos y Canadá, donde las ventas aumentaron un 6,6%. La compañía está desarrollando un nuevo tratamiento de fibrinógeno, con planes de lanzamiento en Europa en el cuarto trimestre de 2025 y en Estados Unidos en el primer semestre de 2026, buscando entrar en un mercado valorado en 800 millones de dólares. A pesar de que su flujo de caja sigue siendo negativo, ha mejorado significativamente, pasando de -196 millones a -14 millones de euros, impulsado por el crecimiento del EBITDA y una gestión eficiente del capital circulante. Durante el primer semestre de 2025, Grifols también culminó la adquisición de Biotest por 108 millones de euros, haciéndose con casi la totalidad de su accionariado. La empresa reafirmó sus previsiones para 2025, proyectando ingresos de alrededor de 7.600 millones de euros, y ha anunciado una inversión de 160 millones de euros en un nuevo complejo industrial en Barcelona para duplicar la capacidad de producción de plasma y contratar a 400 personas.