Cuatro consejeros de Salud de las comunidades autónomas —Manuela García (Islas Baleares), César Pascual (Cantabria), Nabila Benzina (Ceuta) y Esther Monzón (Canarias)— han propuesto un fondo común y una negociación conjunta para las terapias avanzadas y de alto impacto presupuestario. Esta iniciativa surgió durante un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, donde se debatió sobre soluciones para el pago de estos tratamientos. La razón principal de esta propuesta es que, según César Pascual, la financiación aislada de cada autonomía llevaría a un sistema desigual y a diferentes velocidades de acceso. Todos los consejeros estuvieron de acuerdo en que una negociación agrupada ofrecería una posición "más sólida" y con "más músculo" frente a los laboratorios, especialmente para tratamientos de coste muy elevado con un número reducido de pacientes. Esther Monzón respalda esta visión, advirtiendo que la llegada actual de estas terapias es solo "la punta del iceberg", especialmente en el área de oncología.

Además, se destacó la importancia de la evaluación presupuestaria a largo plazo de estas terapias. Manuela García señaló que, si bien la llegada de algunos tratamientos, como los anticuerpos monoclonales para condiciones autoinmunes, se percibió inicialmente como un incremento de costes, a largo plazo generó ahorros al reducir la frecuencia de uso de servicios de urgencias y otros recursos. Este aspecto es crucial para valorar el verdadero impacto de las terapias avanzadas. César Pascual también indicó que la previsible "avalancha" de futuras terapias de este tipo hará que incluso las fórmulas de financiación innovadoras actuales, como los esquemas de riesgo compartido o de pago por resultados, resulten insuficientes a corto plazo.