La industria farmacéutica innovadora ha lanzado una seria advertencia desde el XXIV Encuentro Nacional del sector en Santander, alertando sobre el riesgo de perder la industria biofarmacéutica en Europa si no se toman medidas urgentes. Ante un panorama de gran incertidumbre global, Farmaindustria ha presentado un paquete de propuestas para que España pueda retener y atraer inversiones clave en I+D y producción. La preocupación principal es la creciente competencia de Estados Unidos, que con sus políticas de incentivos ya está atrayendo inversiones millonarias (250.000 millones de euros comprometidos) que inicialmente estaban previstas para Europa, debilitando así la base industrial y el empleo cualificado en el continente. Esta situación, junto a las presiones arancelarias y el riesgo de que la innovación no llegue a los pacientes europeos, exige una respuesta contundente para no perder relevancia de forma acelerada.

Para hacer frente a estos retos, Farmaindustria propone un plan concreto basado en la Estrategia de la Industria Farmacéutica, con el objetivo de proteger los 3.000 millones de euros de inversión anual y los 270.000 empleos que genera el sector en España. Las medidas incluyen crear un marco regulatorio predecible, fortalecer los incentivos fiscales y regulatorios, como ampliar la protección de datos, y agilizar el acceso de los pacientes a los tratamientos, que actualmente sufren grandes retrasos. Se insiste en que el medicamento innovador no debe ser visto como un coste, sino como una inversión que genera importantes ahorros sanitarios y un gran impacto económico y social. La conclusión es clara: Europa se encuentra en una encrucijada y debe decidir si se convierte en un motor de innovación o asume el coste de perder una industria estratégica.