El laboratorio británico GlaxoSmithKline (GSK) cerró los primeros nueve meses de 2025 con un beneficio neto atribuido de 5.080 millones de libras (5.768 millones de euros), lo que representa más que duplicar el resultado del año anterior, alcanzando un crecimiento del 135,1%. Este fuerte desempeño fue impulsado principalmente por el negocio de medicinas especializadas. Los ingresos totales de la compañía ascendieron a 24.049 millones de libras (27.306 millones de euros), un incremento del 3,4% interanual. La división de medicinas especializadas demostró ser el motor de crecimiento, registrando un aumento del 14% hasta los 9.669 millones de libras, gracias al dinamismo de áreas como inflamación, inmunología respiratoria, oncología y VIH. En contraste, las medicinas generales decrecieron un 4% y el negocio de vacunas experimentó un ligero retroceso del 1%.

Debido a estos sólidos resultados, la farmacéutica ha decidido elevar sus expectativas financieras para el ejercicio 2025. GSK prevé ahora un aumento de las ventas de entre el 6% y el 7%, lo que mejora el rango anterior de entre el 3% y el 5%. Asimismo, estima que los beneficios básicos por acción crecerán entre un 10% y un 12%, superando la estimación inicial en cuatro puntos porcentuales. La consejera delegada, Emma Walmsley, destacó que este impulso se mantiene con otro trimestre de resultados sólidos, situando a la compañía en una buena posición para 2026 y para cumplir con sus perspectivas de crecimiento a largo plazo. En cuanto a los accionistas, GSK también aprobó un dividendo trimestral de 0,16 libras por acción.