Grifols reportó una impresionante mejora financiera al más que triplicar sus ganancias en los nueve primeros meses de 2025, pasando de un beneficio de €87,9 millones a €303,7 millones, lo que representa un aumento del 245,4%. La facturación total de la compañía catalana se incrementó un 5,8%, alcanzando los €5.542 millones. Este crecimiento fue impulsado principalmente por su negocio Biopharma, que generó €4.773 millones y registró el mayor aumento (un 7,1% más), mientras que la división Diagnostic mantuvo sus ventas estables. Sin embargo, la división Bio Supplies experimentó una disminución en sus ingresos del 28,2%. Adicionalmente, Grifols mejoró su desempeño operativo al alcanzar un EBITDA de €1.358 millones (un 11,2% más).

Además de su crecimiento en beneficios e ingresos, la farmacéutica logró disminuir su deuda en un 1,5%, situándose en €9.067 millones. Esta mejora del EBITDA contribuyó a reducir el ratio de apalancamiento, que pasó de 6,1 a 5,1 veces. Geográficamente, aunque Grifols sigue concentrando más de la mitad de su negocio en Estados Unidos y Canadá (con un aumento del 5,1% en ingresos), Europa y el resto del mundo también cosecharon buenos resultados, con incrementos de facturación del 11,2% y 2,8% respectivamente. La compañía también mejoró su flujo de caja en €257 millones, hasta los €188,4 millones, un progreso impulsado por el crecimiento del EBITDA y la reducción de costes financieros. En cuanto a sus planes futuros, Grifols prevé lanzar su nuevo tratamiento de fibrinógeno en Europa a finales de 2025 y en EE. UU. a mediados de 2026, entrando así en un mercado valorado en 800 millones de dólares.