Según el presidente, en las sociedades avanzadas basadas en la confianza no puede haber otra ubicación para los pacientes que ser el centro de la asistencia. Desde esta premisa, Princen estimó que el crecimiento de la actividad industrial farmacéutica viene dado por añadidura, siendo su desarrollo natural. Con este motor de innovación, es posible llegar a nuevos diagnósticos, biomarcadores y servicios. Esta concepción holística, precisó el directivo, permite crear un “ecosistema” entorno al paciente, en el que están incluidos los médicos, sus representantes más destacados, y, sin duda, también las enfermeras y las propias familias de los pacientes. Como segunda gran variable a controlar, Princen destacó el propio entorno asistencial y farmacéutico. Siendo este terreno, el adecuado para focalizar todas las actividades de los profesionales movilizados en el sector, es decir, los médicos y las enfermeras, pero también los equipos comerciales y organizativos. Se trata de compartir una mismo filosofía holística centrada en los pacientes. Una forma de compartir un mismo compromiso que pueda hacer avanzar la innovación puesta al servicio de las necesidades de salud de los ciudadanos. Siguiendo este enfoque general, Princen aseguró estar preocupado ante la necesidad de lograr que las terapias innovadoras serán realmente accesibles a todos los ciudadanos que las necesitan. Esta inquietud, confesó el directivo farmacéutico europeo, se puede traducir en un “qué podemos hacer para que las personas crezcan y vivan mejor”. Constituyendo un objetivo muy ambicioso a perseguir.