El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado luz verde a un anteproyecto de Ley que busca modernizar el modelo farmacéutico regional y reforzar su papel clave en el sistema público de salud y en la atención a la ciudadanía. La consejera portavoz, Esther Padilla, destacó que esta nueva norma responde al compromiso de situar la farmacia en un lugar prioritario dentro de la salud pública, con el objetivo de lograr una atención más completa y de mejor calidad. El texto, estructurado en un artículo único de 32 apartados y diversas disposiciones adicionales y transitorias, también adapta la legislación autonómica a cambios normativos estatales recientes, incluyendo aspectos no contemplados previamente como los medicamentos veterinarios y las unidades de radiofarmacia.

Entre las novedades más significativas que introduce el anteproyecto, se incluye la recuperación de la figura del farmacéutico regente para asegurar la continuidad del servicio, especialmente en zonas con una única farmacia. Se permitirá la autorización de botiquines provisionales en diversas situaciones, como enfermedad prolongada del titular, catástrofes naturales, o falta de un local adecuado. Para favorecer la implantación de farmacias en el medio rural, se elimina el requisito de distancia mínima en núcleos de menos de 1.500 habitantes y se flexibiliza la planificación de nuevas farmacias en zonas de alta densidad. Además, la normativa amplía las actuaciones sanitarias que pueden llevarse a cabo con la participación de las oficinas de farmacia, actualiza las funciones profesionales del personal farmacéutico permitiendo nuevas actividades acordes con su titulación, y contempla la posibilidad de ejercer con jubilación activa o parcial.