El sector de la tecnología sanitaria en España se ha consolidado como un pilar fundamental para la economía y el bienestar social, con una facturación anual que supera los 12.000 millones de euros y un valor añadido total de 11.600 millones. Esta industria no solo impulsa el progreso económico, sino que también es un referente en la creación de empleo de calidad, generando más de 54.000 puestos de trabajo directos, de los cuales el 96% son indefinidos. Además, demuestra un fuerte liderazgo en innovación, invirtiendo 264 millones de euros anuales en I+D+i y logrando un aumento del 14% en el registro de patentes europeas, lo que sitúa al sector en el segundo puesto a nivel nacional.

Un ejemplo práctico de su impacto es la transformación tecnológica llevada a cabo en Castilla-La Mancha, donde una inversión de más de 500 millones de euros en la última década ha permitido modernizar completamente su equipamiento sanitario. De cara al futuro, el sector se enfoca en la salud digital y la Inteligencia Artificial (IA) como herramientas para optimizar diagnósticos y tratamientos. Sin embargo, se subraya la importancia de que cualquier avance tecnológico, especialmente los que incorporan IA, cumpla con la estricta regulación sanitaria europea y obtenga el marcado CE para garantizar en todo momento la seguridad y protección de los pacientes.