La industria farmacéutica se enfrenta a una encrucijada en la que el compromiso de lograr cero emisiones netas exige una mentalidad transformadora que vaya más allá del mero cumplimiento regulatorio. Si bien es esencial ajustarse a normativas de sostenibilidad, como las del Pacto Verde Europeo que buscan la descarbonización para 2050, el verdadero liderazgo ambiental reside en la proactividad y en superar los estándares establecidos. Esto implica integrar los objetivos ambientales en todas las operaciones, desde el diseño de instalaciones hasta las cadenas de suministro, y establecer metas alcanzables y medibles para reducir el carbono, como lo promueve la iniciativa 'Science-Based Targets'. Al hacer de la sostenibilidad un elemento integral de la cultura empresarial, y al adoptar nuevas tecnologías para la eficiencia de los procesos, las compañías pueden obtener una ventaja competitiva significativa.

Un desafío crítico y urgente para el sector es la gestión del agua, un recurso vital para la producción que enfrenta escasez e imprevisibilidad crecientes. En este ámbito, consultoras especializadas como NIRAS destacan la necesidad de repensar el consumo de agua mediante las 4R: reducir, reutilizar, reciclar y repensar. Idealmente, las empresas deberían buscar un impacto neto positivo en los ecosistemas, contribuyendo con más agua limpia de la que extraen. Lograr las cero emisiones netas requiere un enfoque holístico, que integre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, la creación de instalaciones inteligentes que superen los estándares, y la colaboración con socios expertos, pasos cruciales para que la industria asuma un rol de liderazgo estratégico en sostenibilidad.